Empezaremos recordando que la rosa siempre ha sido el símbolo por excelencia de la divinidad femenina.
En los primeros cultos a la divinidad femenina, los cinco pétalos de la rosa representaban los cinco estados de la vida de la mujer: el nacimiento, la menstruación, el alumbramiento, la menopausia y la partida al mas allá.
La rosa está relacionada con la estrella de cinco puntas, el pentáculo de Venus y con la rosa náutica. En inglés, francés y alemán se escribe “rose” y Rose es un anagrama de Eros, el dios griego del amor. La historia de la rosa es tan secreta, que únicamente muy escasos iniciados pueden comprender su profunda significación.
La rosa es por excelencia el símbolo del secreto guardado, ya que es una de las escasas flores que se encierran en su propio corazón y cuando abre su corola, está en la hora final.
Las sociedades secretas más importantes de la historia como la Santa Vehema, los Templarios y la Francmasonería, tienen a la rosa por emblema. La más secreta de todas, la fraternidad de los Rosacruces, conocida por ser aquella cuyos jefes, sin ignorarse entre sí, nunca se encuentran unos a otros, tiene su nombre enlazado al símbolo hermético de Cristo. Desde la más remota antigüedad, la rosa fue honrada por dioses y héroes. Engalanaba el escudo de Aquiles, el casco de Héctor y de Eneas, así como la adarga de los valerosos caballeros de la edad media con esta divisa de triple sentido: Quanto si monstro men tan é più bella (tanto menos se muestra, tanto más hermosa es).
Era costumbre de nuestros antepasados que para imponer la ley del silencio a sus invitados en las reuniones clandestinas, colocaran sobre la mesa un ramo de rosas. El honor exigía que toda la conversación iniciada junto a este ramo fuese mantenida bajo riguroso secreto.
Para que se hablase con mayor libertad durante el ágape, se cubría el ramo con un velo y antes de abandonar la mesa, se descubría y la ley del silencio volvía a ser una obligación sagrada.
EL MENSAJE OCULTO DE LAS ROSAS
La rosa es una de las flores más representativas en casi todas las sociedades y no sólo por sus abundantes colores, sino por su profunda carga emotiva.
La forma de tomar las rosas o entregarlas tiene su propio significado: si se entregan con la mano derecha contienen más intensidad, y si se reciben con esta misma mano significa que hay aceptación.
EL LENGUAJE DE LAS ROSAS SEGÚN SU COLOR
Cuando compramos flores, hay que tener muy en cuenta y especial cuidado con el color de las mismas, ya que dependiendo del color provocamos distintas reacciones y emociones:
Rojo: significa amor o directamente un » te quiero».
Amarillo: significa alegría, amistad.
Blanco: simbolizan amor puro.
Rosa: son una muestra de gratitud y admiración hacia la persona a la que se las regalamos.
Blanca y Roja: mezcla de sentimientos.
Color pastel: amistad.
Ramos de rosas rojas: pureza.
Ramos de rosas blancas: inocencia.
EL LENGUAJE DE LAS ROSAS SEGÚN LA CANTIDAD REGALADA
La cantidad de rosas que componen el ramo que regalemos o que recibamos puede significar mucho más que un simple presente. Toma buena nota:
7 rosas: estar enamorado.
9 rosas: estaremos juntos siempre.
10 rosas: significa que la otra persona nos parece perfecta.
12 rosas: significa que queremos que la otra persona sea nuestra para siempre.
13 rosas: amistad eterna.
15 rosas: perdón.
20 rosas: sinceridad.
21 rosas: dedicación exclusiva.
24 rosas: siempre tuyo/a.
25 rosas: felicitaciones.
50 rosas: amor incondicional.
99 rosas: amor eterno.
108 rosas significa ¿te quieres casar conmigo?