Una embolia cerebral es un problema muy común y poco sabemos de él. Generalmente nos preocupamos por estas afecciones cuando alguien de la familia cercana lo ha sufrido.

Sin embargo, una buena manera de prevenir, es mantenernos informados y actualizados. Por esto es necesario que conozcamos cuáles son los síntomas y signos tempranos de este padecimiento.

¿Qué es una embolia cerebral?

Una embolia cerebral es un trastorno que impide la correcta oxigenación de las células del cerebro. Es un tipo de infarto, también flamado accidente cerebrovascular, donde un vaso sanguíneo es obstruido por algún tipo de coágulo. Este coágulo, que se puede formar en cualquier parte del cuerpo, se mueve a través del torrente sanguíneo y se aloja en el cerebro. Así, se impide la correcta irrigación sanguínea y las células del cerebro son dañadas. La embolia cerebral puede ocasionar fin de un ciclo celular con consecuencias permanentes.

Las personas más propensas a padecerlo son los mayores a 65 años de edad, siendo las mujeres las más perjudicadas. Existen algunas condiciones que también aumentan las probabilidades:

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padecer arritmias cardíacas o fibrilación auricular (cuando la frecuencia cardíaca es irregular).
ser diabético.
presentar antecedentes familiares con esta afección.
tener colesterol elevado.
predisposición étnica (las personas de raza negra son más propensas).
malos hábitos alimenticios, tabaquismo y sedentarismo.
mujeres embarazadas, durante su tercer trimestre.
personas con tratamientos de reemplazo hormonal.
mujeres en etapa post parto
Síntomas de una embolia cerebral.

El síntoma más claro de una embolia cerebral es un dolor intenso de cabeza que no puede ser calmado. Existen otros casos en que la persona no puede advertir que está sufriendo un accidente cerebrovascular.

Sin embargo, cuando el proceso ha comenzado, otros síntomas y señales tempranas pueden ser advertidas. Esto cambia de un paciente a otro y dependerá del vaso sanguíneo que se ha obstruido. Es decir, la parte del cerebro que se está afectando. Generalmente, aparecen de manera súbita y no de forma progresiva.

Es necesario estar atentos a estos factores:

mareos.
visión borrosa, visión doble o ceguera temporal.
problemas para hablar.
lagunas mentales y problemas de memoria.
adormecimiento o parálisis de un lado del cuerpo.
hipo.
cambios en la audición y en el sentido del gusto.
cambios en el tacto. Pierde la capacidad de sentir dolor o presión en alguna parte del cuerpo.
desmayos y pérdida del conocimiento.
vértigo.
debilidad muscular, problemas para caminar.
dificultades en la respiración.
alucinaciones.
náuseas y vómito.
convulsiones.
problemas para deglutir la comida.
dificultades para controlar los esfínteres.
cambios repentinos del humor y la personalidad.

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Si padeces algunos de estos síntomas o si sospechas que estás padeciendo una embolia cerebral, pide ayuda de manera inmediata.