El frío y otros virus que corren hoy en día por ahí, traen consigo resfriados,  problemas de garganta, mucosidad y tos.

Para estos casos nada es mas recomendable que quedarse en casita descansando y un buen remedio casero para la tos.

Anteriormente ya os hemos dejado algún jarabe casero a base de jengibre, que tiene multitud de propiedades, entre ellas facilitar la absorción de las propiedades de otros ingredientes, como el limón y la miel, junto con los que se hacía el jarabe.

En esta ocasión el ingrediente principal de nuestro jarabe será la cebolla, uno de los considerados superalimentos debido la multitud de propiedades y aplicaciones tradicionales que tiene.

Para nuestro jarabe nos centraremos en los beneficios de la cebolla relativos a la tos.

Para hacer el jarabe requiereremos:

  • 2 vasos grandes de agua (si es mineral, recomendable)
  • 1 cebolla cortada en cuartos (vale cualquier tipo de cebolla, la que tengas por casa)
  • Miel (también vale cualquier tipo, pero ganas puntos si es ecológica)
  • Limón

Para empezar pondremos los dos vasos de agua en una olla al fuego y la taparemos hasta que hierva.

Cuando el agua esté hirviendo echaremos poco a poco nuestra cebolla cortada en cuartos y dejaremos que cueza durante 15 minutos.

Una vez hayan pasado estos 15 minutos quitaremos la olla del fuego y dejaremos reposar otros 15 minutos más la cocción.

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Después agregamos el zumo de un limón exprimido y miel al gusto (al menos un par de cucharadas soperas) y mezclamos todo bien.

Al contrario que el jarabe de jengibre este jarabe tiene un sabor más dulce (por la miel) y menos picante, aunque el olor a cebolla se va haciendo cada vez más fuerte según pasan los días.

Es importante que lo renueves cada 3 días para que siga teniendo efecto con todas sus propiedades.

Puedes guardarlo en la nevera para que se conserve recomendable, pero no es necesario, puedes dejarlo a mano y tomarlo a temperatura ambiente sin problemas.

Durante los tres días que dura el jarabe podrás tomarlo todas las veces que quieras, está especialmente indicando para niños y personas muy mayores, más sensibles a las medicinas muy agresivas, y no tiene ninguna contraindicación ni es posible «intoxicarse» con ella, salvo que seas alérgico a alguno de sus componentes.

Este mismo jarabe también te ayudará con los problemas de ronquera, afonía y de garganta irritada provocados por excesos (salir de noche, cantar, etc…)

Si tienes hijos pequeños este jarabe se convertirá pronto en tu recomendable aliado para toses y resfriados, ya que, además de estar hecho a base de ingredientes fáciles de encontrar y que tienes con toda seguridad en tu cocina, el sabor es bastante suave y agradable, por lo que a los niños les encanta (mi hijo de 4 años llama a este jarabe el «jarabe amarillo» en contraposición al «jarabe asqueroso» de farmacia).

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Como ventaja adicional, muy importante, está el hecho de que evitas meterte en el cuerpo compuestos químicos artificiales que siempre acaban acostumbrándonos a jarabes y medicinas alopáticas, provocando que nuestro cuerpo se haga cada vez más débil y menos autónomo en la gestión de su propia bienestar.

Con las medicinas caseras, como los ingredientes son todos naturales, únicamente potenciamos la capacidad de nuestras células para hacerse más fuertes e inmunes frente a las disfunciones que ya conoce.

Por otro lado, la energía y el cuidado que tú pones en el remedio influye también en que las propiedades del jarabe se potencien.

Pero esta no es la única forma en la que la cebolla puede ayudarte con los problemas de tos.

Si quieres ayudar a calmar la tos nocturna la cebolla también te será útil.

Lo único que tienes que hacer es cortar una cebolla cruda en cuartos y ponerla en un plato cerca de la cama del enfermo. Los vapores de la cebolla (esos mismo vapores que hacen que te piquen los ojos cuando la picas) ayudarán a calmar la garganta y la tos desaparecerá. Al poder dormir recomendable por la noche, aliviando la irritación de la garganta, también conseguirás que el enfermo descanse más y se cure mucho antes.

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Si no tienes tiempo de dejar actual el vapor de la cebolla toda la noche hiérvela bien y cuando haya hervido unos 10 minutos haz vahos con ella. Despejará la mucosidad de nariz y garganta y te ayudará a aliviar la tos.

Los principios activos de la cebolla de los que nos estamos sirviendo en estos remedios son sus aceites esenciales (disulfuro de alilo y tiosulfinato) además de su alto contenido en flavonoide quercetina, que tiene propiedades mucolíticas, expectorantes, antiinflamatorias y antitusivas.