En este post hablaremos de las propiedades del aciano para la bienestar y la belleza.

Y es que si te lo encuentras paseando (cosa que podría ser un poco difícil) aprovecha para llevarte unas cuantas plantas a casa y prepararte una buena mascarilla para la piel y el pelo.

El aciano, Centaurea cyanus, también flamada azulejo, es una hierba de es una planta herbácea la cual puede alcanzar alturas de hasta un metro. La planta se caracteriza por su flor de color azul intenso y con una forma muy singular.

Se trata de una planta anual la cual es nativa de Europa, aunque hace tiempo fue propagada por todos los continentes (salvo por las zonas áridas de África). Sin embargo, debido a la agricultura moderna su presencia se ha disminuido notablemente.

El tallo del aciano es delgado y flexible, posee una gran cantidad de hojas de forma lanceada con longitudes de 1 a 4 centímetros. La planta se distingue por sus flores de color azul que resultan muy bonitas, con diámetros de 1.5 a 3 cms.

En el pasado se trataba de una hierba que era considerada plaga la cual solía afectar diversos cultivos (maíz, avena, trigo, entre otros). Hoy en día su hábitat natural se encuentra en peligro debido al desplazamiento en búsqueda de campos fértiles. Hoy en día la planta se ha logrado conservar gracias a su uso como planta de ornato.

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Al aciano posee mucílago, diversos flavonoides, así como taninos. También posee una rica cantidad de pigmentos (principalmente la cianina) que le confiere los colores intensos que se parecían en sus flores.

Del aciano resulta de interés las flores, las cuales se colectan hacia el final del verano y principios del otoño.

Propiedades terapéuticas.

De forma general se considera que las flores con colores más intensos resultan más efectivas en los distintos tratamientos. A partir de las flores se pueden preparar distintos remedios para prevenir infecciones y como antiinflamatorio.

El agua preparada del aciano se puede emplear como antiinflamatorio. Aunque su uso más conocido es en el ramo de la oftalmología. El agua de aciano se emplea para lavados oculares que ayudan a aliviar irritación de los ojos. También sirve como un descongestionante ocular, por lo que se emplea para el tratamiento de enfermedades como la conjuntivitis y la blefaritis.

Los lavados con agua de aciano se recomiendan para regenerar la visión. Los pigmentos que el confieren el color a la flor poseen propiedades regenerativas para los vasos de la retina, lo cual ayuda a regenerar la vista.

Existe otra gran cantidad de usos que se le atribuyen a la planta, tales como diurético, para ayudar a la expulsión de líquidos; antibiótico, para la prevención de infecciones; antifebril, para combatir la temperatura.

Al tomarse el agua de aciano se puede ayudar a distintos problemas digestivos como es la   falta de apetito, y problemas de digestiones lentas con meteorismo.

Modo de empleo

Infusión. Se prepara con una cucharada de flores puestas a hervir en una taza de agua. Se pueden hacer lavados con esta infusión de acuerdo a lo que se necesite. También se pueden tomar hasta 3 tazas de esta infusión para regenerar la digestión como mencionábamos anteriormente.

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Baños oculares: Es importante tomar condiciones higiénicas especiales en caso de que se vaya a emplear para baños oculares. Una alternativa es recurrir a las soluciones farmacéuticas disponibles.

Uso externo: Externamente debido a sus efectos calmantes el Aciano se utiliza en el tratamiento de afecciones de la piel como los eczemas y las ulceraciones con mucho éxito, así como en estética trata eficazmente los músculos faciales y las arrugas.

CataplasmaSus cualidades antisépticas se utilizan aplicándolo de forma tópica en cataplasmas, muy indicado para los casos de conjuntivitis, orzuelos, irritaciones e inflamaciones de los párpados, para lo cual se debe añadir una cucharada de aciano a 200 ml de agua, donde se humedecerá la cataplasma.

Mascarilla facial de Aciano

Esta es una mascarilla estupenda para recuperar la bienestar de la piel, dejándole un tacto suave y sedoso y un brillo rejuvenecedor maravilloso.

Para hacer esta mascarilla sólo requiererás:

Un puñado de flores de aciano
Una cucharada de crema agria
Dos cucharadas de leche

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Una cucharada de miel
Una yema de huevo.

Para empezar lava y pica bien las flores de manera que suelten todos los aceites esenciales y se puedan mezclar con el resto de ingredientes.

Échalo todo en un bol y remueve bien para que se mezcle todo adecuadamente.

Esta máscara facial casera se aplica sobre la cara dejándola durante 30 minutos.

Pasado este tiempo aclara con abundante agua tibia.

Infusión de aciano

Otra opción de uso del aciano tanto para la piel como para el pelo es en forma de infusión.

Ingredientes

1 taza de agua

1 puñado de flores de aciano

Preparación

En un cazo hierve el equivalente a 1 taza de agua.

Cuando entre en ebullición añade las flores de aciano, y deja hirviendo 5 minutos.

Pasado este tiempo, apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 5 minutos.

A la hora de aplicarlo sobre la piel, puedes empapar un poco de algodón y aplicarlo sobre aquellas zonas que quieras tratar.