Hay pocas cosas más agradables que salir de la ducha y envolverte en una suave y esponjosa toalla bien limpia. De esas que huelen tan bien que te dan ganas de quedarte un ratito con ella puesta mientras aprovechas para echarte la crema de la cara y las manos, o secarte el pelo. Pero con tanto usa las toallas pronto pierden esa sensación tan esponjosa. Así que hoy te traemos un remedio casero para dejar tus toallas como nuevas.

Las toallas son uno de los elementos que más usamos en nuestro hogar y, por tanto, es común que, con el paso de los días, empiecen a perder su capacidad de absorción y adquieran mal olor.

Estas nos sirven para quitarnos el exceso de humedad tras ducharnos, lavarnos las manos o haber estado en la piscina.

Sin embargo, poco a poco van acumulando suciedad y una gran cantidad de bacterias que solo pueden ser eliminadas mediante el proceso de lavado.

El inconveniente es que algunos no saben lavarlas bien y tienen dificultades para dejarlas suaves y como nuevas. Debido a esto, en esta ocasión queremos revelar un truco muy interesante que nos sirve para limpiar a profundidad los tejidos mientras les damos un “extra” de suavidad.

Solución casera para que las toallas queden como nuevas.

La mayor parte de las veces las toallas adquieren mal olor y suciedad debido a que no se lavan de forma continua. Si bien no hace falta lavarlas varias veces a la semana, sí es conveniente hacerlo, por lo menos, una vez cada 15 días.

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También puede ser que se utilice un jabón y un suavizante inapropiados, que poco a poco se acumulan en sus fibras hasta deteriorarlas. Si estas empiezan a despedir un olor desagradable tras darles uso, lo más probable es que tenga residuos de jabón que no se notan a simple vista. Para que esto no te ocurra nunca más, una buena opción es optar por el siguiente método de limpieza que aprovecha las propiedades de dos ingredientes caseros muy económicos y versátiles.

Se trata del bicarbonato de sodio y el vinagre blanco, cuyas aplicaciones en el hogar se conocen desde hace varias décadas. La combinación de ambos en una sola solución nos crea un potente detergente casero para quitar las manchas, la suciedad y la sensación áspera.

Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es un producto bastante económico que ha hecho parte de la despensa de casi todas las personas por sus variadas aplicaciones en la gastronomía, la medicina y el hogar.

En el caso de la limpieza se ha catalogado como una de las recomendables alternativas a los químicos agresivos del mercado, ya que ayuda a blanquear, reduce la presencia de bacterias y limpia en profundidad. Combinado con otros ingredientes sirve para quitar las manchas de lipido y otras sustancias que penetran en los tejidos. También tiene la capacidad de neutralizar los malos olores, lo que permite sentir las toallas completamente limpias.

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Vinagre blanco

El vinagre blanco es uno de los ingredientes más antiguos en lo que tiene que ver con la limpieza del hogar. Sus ácidos naturales y su capacidad para quitar los olores desagradables han sido útiles para quitar la suciedad de todo tipo de superficies y prendas. Al usarlo para el lavado de las toallas podemos quitar los residuos de jabón que suelen quedar atrapados entre sus fibras. En caso que estas adquieran pequeñas pelusas también las eliminaremos con la aplicación de este producto.

Por otra parte, es perfecto para el cuidado de las toallas blancas, ya que ayuda a quitar las manchas amarillentas causadas por la suciedad y el sudor.

Cómo hacer la solución para que las toallas queden como nuevas:

Para llevar a cabo esta solución, tan solo tienes que adquirir los ingredientes en el mercado. Estos son bastante fáciles de encontrar y por lo general sus precios son bastante bajos.

Ingredientes

1 taza de vinagre blanco (250 ml)

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½ taza de bicarbonato de sodio (50 g)

Modo de preparación:

En primer lugar, coloca las toallas en la lavadora y añade el agua atemperado. También le puedes poner el calentador de agua temporal, aunque puede que te sea más simple hervirla. A continuación, agrega la taza de vinagre a la carga e inicia un ciclo de lavado completo. Deja las toallas en la lavadora y vuelve a llenar con agua atemperado, esta vez agregando la media taza de bicarbonato de sodio. Ejecuta otro ciclo de lavado y pon a secar las toallas en un lugar ventilado. El experiencia te gustará mucho. Una vez se sequen podrás notar que las toallas están más suaves, son más absorbentes y libres de malos olores.