Si tienes todos estos síntomas, es posible que lo tuyo sea Fatiga Crónica.

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad compleja que incluye una fatiga extrema y que se extiende durante un largo tiempo.

Muchas personas alrededor del mundo, generalmente mujeres entre 30 y 50 años, presentan este síndrome que, a menudo, se confunde con otras patologías como fibromialgia, hipotiroidismo…

La causa del síndrome de fatiga crónica es desconocida aunque muchos casos aparecen después de una infección viral o cuando el sistema inmunología está debilitado.

La vinculación de infección viral seguida de cansancio no es nueva, ya que hace años se sabe que la fiebre glandular o mononucleosis infecciosa causada por el virus de Epstein, por ejemplo, puede provocar secuelas como cansancio y depresión que pueden durar entre 9 y 12 meses en regenerar.

Igualmente, se relaciona el síndrome de fatiga crónica con las inflamaciones del sistema nervioso, a la edad, al estrés, a los factores ambientales y a la genética

Entre sus síntomas más comunes están:

Agotamiento extremo
Pérdida del equilibrio
Problemas con la memoria reciente y la concentración

Dolor de garganta
Nódulos linfáticos sensibles del cuello y axilas
Dolor muscular y articular sin hinchazón ni enrojecimiento

Trastornos del sueño
Alteración de los estados de ánimo
Dolor de cabeza

Malestar después del mínimo esfuerzo.

Es necesario observar que el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica sólo podrá hacerse si se presentan varios síntomas (más de cuatro) de los arriba descritos por un período de tiempo mayor de seis meses siendo el agotamiento extremo el más significativo.

Igualmente, es importante saber que las condiciones alérgicas como el eccema y el asma pueden empeorar cuando se presenta este síndrome.

Remedios populares

1: Verter 2 cucharadas de astragalus en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar una taza de esta infusión dos veces al día. Este remedio se aconseja para fortalecer el sistema inmune débil vinculado muchas veces a este síndrome.

Mira tambien:  Limpieza energética de gemas

2: Hervir 2 cucharadas de equinacea en una taza de agua durante 5 minutos. Retirar del fuego y dejar refrescar. Tomar una taza diario por cuatro semanas solamente. Este remedio ayuda también a fortalecer el sistema defensivo del organismo No usar en caso de embarazo.

3: Licuar 1 taza de leche de soya con 1 cucharada de maní (cacahuate). Tomar este licuado una vez al día. Este remedio se considera una fuente de energía natural, pero se debe evitar si se tiene sobrevolumen.

4: Verter 2 cucharadas de ginkgo biloba en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar una taza al día. Este remedio ayuda incrementar el riego cerebral lo cual recomendablea la falta de memoria y de concentración en el caso de las personas con síndrome de fatiga crónica que presentan estos síntomas.

5: Dejar macerar, en un tarro de cierre hermético, por 10 días 2 gr de corteza de canela, 1/2 gr de clavos de especia y la piel de un limón en 350. Filtrar. A fuego lento, mezclar 400 gr de mielcon 1 litro de agua y dejar hervir hasta que el compuesto se reduzca a la mitad. Cuando esté tibio, unirlo a la maceración anterior. Esperar que se enfríe completamente y embotellar.

6: Hervir, durante 10 minutos, en un litro de agua, 1 cucharada de canela en polvo, 1 de raíz de jengibre previamente lavada y picada, 8 semillas de cardamomo, 1 cucharada de miel y 2 cucharadas de maca picado.

Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar enfriar la infusión. Tomar 2 tazas al día (una en la mañana y otra al medio día).

Este remedio se considera uno de los recomendablees reconstituyentes y ha tenido buenos experiencias con personas con síndrome de fatiga crónica

7: Colocar el jugo de 2 zanahorias y 1 manzana en una licuadora. En un recipiente aparte, mezclar 1 cucharadita de polen y otra de miel de romero, preferiblemente un poco líquida. Remover hasta formar una pasta y agregar al jugo. Luego, agregar 1 cucharadita de germen de trigo y otra levadura de cz. Tomar por la mañana

Mira tambien:  6 rutinas mañaneras

8: Macerar 2 cucharadas de nuez de kola en polvo grueso en 1 taza de etanol de uso interno (por lo general etanol de 30 grados). Luego, de la maceración se añaden 3 tazas de vino espirituoso y se deja macerar todo por 3 meses. Colar y tomar 3 copitas diarias

9: Usar la esencia floral de la terapia alternativa Aus Bush de eucalipto macrocarpa (Eucalyptus macrocarpa), ya que es un rápido activante que devuelve la energía, la fuerza y la vitalidad.

10: Machacar levemente 2 cucharadas de corteza de quinina en un mortero y verter en un frasco de cristal. Añadir 1 litro de vino tinto y dejar macerar durante otros 15 días, agitando el frasco a diario. Tras este plazo, filtrar el vino exprimiendo la corteza de quinina para que libere toda su sustancia y verter en una botella de cristal opaco con un tapón de corcho. Tomar una copita de licor de este vino antes de cada comida.

Recomendaciones básicas

Acudir al doctor para poder identificar, con claridad, si se sufre del síndrome de fatiga crónica de forma tal que se pueda descartar otras dolencias que cursan con síntomas similares como hipotiroidismo, depresión, cardiopatías, etc Una vez diagnosticado, se recomienda lo siguiente:

Tratar de dividir el día en sesiones de trabajo y descanso.

Realizar ejercicio de forma gradual y luego aumentar la actividad progresivamente semana a semana.

Evitar el consumo de bebidas que contengan toxicos.

Tratar de bajar el estrés. Puede ser con ejercicios de respiración profunda, yoga, meditación y masajes.

Unirse a un grupo de apoyo para no sentirse solo.

Efectuar terapia cognitiva y la terapia del comportamiento.

Recomendaciones alimentarias

A continuación algunos alimentos que contienen las vitaminas y minerales que pueden ayudar a elevar el nivel de energía.

Mira tambien:  Masaje para esguince de tobillo

Alimentos con calcio como el bróculi (brócoli), salmón enlatado, queso, jugo de naranja fortificado, leche, productos a base de soya y yogur. Consumir de 1,000 mg a 1,500 mg al día.

Alimentos con cobre como cebada, legumbres, langosta, nueces, interiores de animales y ciruelas pasas. Consumir de 1,5 a 3 mg al día.

Alimentos con magnesio como arvejas, panes y cereales fortificados, verduras de hoja verde, nueces, ostras y vieiras. Consumir de 310 mg a 700 mg al día.

Alimentos con hierro como aguacate, carne de res, damascos secos, panes y cereales fortificados, legumbres y crustáceos. Consumir de 15 mg a 65 mg al día

Alimentos con selenio como pollo, hongos, nueces, cebollas, mariscos, semillas, ajo, germen de trigo y pan integral. Consumir de 55 mcg a 200 mcg al día.

Alimentos con cinc como carne de res, cereales fortificados, legumbres, hígado, crustáceos, germen de trigo y yogur Consumir de 12 mga 30 mg al día.

Alimentos con hidratos de carbono como pasta cocida, copos de maíz, arroz, rodajas de pan integral , papa, etc. En este sentido, se recomienda consumir 5 g de hidratos de carbono por kg de volumen corporal al día. Por ejemplo, un hombre de 70 kg puede consumir un mínimo de 350 g de carbohidratos al día, y para una mujer de 55 kg, 275g.

Igualmente, se aconseja elaborar una comida con hidratos de carbono entre 2 y 4 horas antes de realizar un esfuerzo físico.