Si eres un consumidor habitual sabes que es un producto muy apreciado y, por lo tanto, algunas veces resulta bastante cara. En mi casa no suele faltar nunca porque es un aporte de energía natural.

La razón de que sea cara es que está compuesto por minerales, nutrientes y enzimas que son muy beneficiosos para la bienestar, resultando también un sustituto natural del azúcar.

Pero existe un problema: su calidad y pureza, y comprobarla puede ser un reto. La miel de mejor calidad y la única que debería flamarse así viene de las abejas, así que, en el momento de comprar un tarro de miel, asegúrate de que tenga las palabras natural, miel de bosque u orgánica. Sin embargo, no siempre será fiable, pues los fabricantes se aprovechan de vacíos legales para colocar etiquetas ambiguas.

Para saber si la miel que tienes en casa es pura y de calidad, sigue estos consejos.

Test del pulgar

Una de las mejores maneras de comprobar si tu miel es pura es colocando un poco de miel en tu pulgar y comprobar si se mantiene en su lugar o si se corre como algún liquido menos espeso.

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En caso de que se escurra significa que la miel no es pura, la miel verdadera es espesa y viscosa, mientras que la adulterada es más líquida, aunque su sabor persiste debido a la gran cantidad de azúcar que es añadida a esta última.

Test del agua

Vierte una cucharada de miel en un vaso de agua. Si la miel se queda en el fondo del envase, significa que es miel real, ya que la miel pura es densa y, para que pueda disolverse debe revolverse de manera constante, mientras que la miel adulterada, por ser más líquida, se disolverá junto con el agua. La miel natural no se desliza automáticamente cuando viertes un poco en tu dedo.

Test del fuego

Esto puede sonar alarmante, pero, la miel pura es en realidad inflamable, así que, si vas a llevar a cabo este test, te pedimos que lo hagas con mucha precaución. Toma un poco de algodón y cúbrelo de miel.

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Toma un encendedor y haz que la miel entre en contacto con el fuego. Si se enciende, es miel pura, si no, es adulterada.

Test del vinagre

Mezcla una cucharada de miel con un poco de agua y unas 2 ó 3 gotas de vinagre. Si el resultado de esta mezcla crea algún tipo de espuma, entonces esta miel ha sido adulterada. No es pura.

Test del calor

Al calentar la miel pura, esta se caramelizará de forma inmediata, pero al ser falsa, esta hará ebullición, evaporándose. La miel pura atempera ante el contacto con el fuego.

Si no te parece realizar alguna de estas pruebas, puedes revisar la simple composición física del producto, por ejemplo su textura, que debe ser suave pero consistente, su olor dulce, o su sensación de cosquilleo en la garganta al momento de consumirlo.